El Revolucionario Institucional, continúa siendo la primera fuerza política de México
Hoy el partido tricolor está de manteles largos. Simpatizantes, militantes y adherentes tienen una sonrisa en el rostro. No es para menos, son 83 años de instituciones, democracia y políticas públicas a favor de los mexicanos.
Actualmente el Revolucionario Institucional gobierna los estados de Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Hidalgo, Zacatecas, Yucatán, Aguascalientes, Tabasco, Durango, Tlaxcala, Nayarit, San Luís Potosí, Veracruz, Hidalgo, Querétaro, Colima, Campeche, Quintana Roo y Michoacán.
En el Congreso de la Unión, el PRI tiene una amplia representación para poyar y promover reformas de ley en beneficio de los ciudadanos. 184 diputados federales y 53 plurinominales, hacen que el organismo político tenga la mayoría en la Cámara de Diputados. Por su parte, en el Senado de la República, 33 son los senadores que hacen posible ser el segundo grupo político más importante.
A nivel municipal, la presencia del PRI ha ido creciendo de manera paulatina en las últimas elecciones. El revolucionario institucional, gobierna 921 municipios a lo largo de todo el país.
Conociendo la historia
Desde los años de la Revolución Mexicana, originada por un enfrentamiento armado y que culminó con la promulgación de la Constitución de 1917, México no tenía rumbo para cumplir como un país democrático.
Fue entonces cuando comenzó a gestarse un nuevo diseño de instituciones que permitieron aportar vías adecuadas a las condiciones del país. En diciembre de 1928, se firmó el Manifiesto del Comité Organizador del Partido Nacional Revolucionario (PNR).
En dicho manifiesto, el General Plutarco Elías Calles invitó abiertamente a “todos los partidos, agrupaciones y organizaciones políticas de la República, de credo y tendencia revolucionaria, para unirse y formar el Partido Nacional Revolucionario”.
De esta forma, el PNR fue la institución que antecedió a la formación del PRI actual, en la cual participaron algunos políticos como Gonzalo N. Santos, Emilio Portes Gil, José Manuel Puig Casauranc, manuel pérez Treviño, Manlio fabio Altamirano, David Orozco y Aarón Sáenz para trabajar sobre la organización de este nuevo partido político.
El primer comité directivo del partido quedó conformado con el Gral. Plutarco Elías Calles como presidente, Luis L. León como secretario general y el Gral. Manuel Pérez Treviño como tesorero.
En poco tiempo, el PNR se convirtió en la institución más poderosa para la competencia política y el lugar adecuado para diseñar los primeros acuerdos y prácticas en la lucha por el poder público, y logró apoyar una sucesión de gobiernos federales, por medio de elecciones y en condiciones de estabilidad social.
En un inicio, el partido tenía un carácter socialista, en contra de los elementos de centro derecha y extrema derecha que estaban proliferando en el país a raíz de los movimientos fascistas en Europa.
Los personajes que marcan la historia
Ocho décadas hacen del PRI la fuerza política más importante de México. Un partido político de historia, tradición e ideales, por donde han transitado un gran número de personajes que han marcado la historia del país.
Gral. Plutarco Elías calles
En 1936 se crea la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y dos años después la Confederación Nacional Campesina (CNC), los cuales son órganos adherentes al partido. Más adelante, en 1943, se constituiría la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), que agruparía al sector popular de la población.
Nueve años después, en 1938, el entonces presidente Lázaro Cárdenas, junto con la participación de varios miembros distinguidos del partido, como el ex presidente Emilio Portes Gil, se realizó un cambio en las directivas del partido a nivel nacional en la cual se incluyó en sus filas al sector obrero del país; se cambió el nombre de la Institución por el de Partido de la Revolución Mexicana (PRM).
Lázaro Cárdenas del Río
En ésta época comenzaron a crecer y a asentarse la paz en el país, dejando a tras las épocas de guerras constantes, aunado a la construcción de una amplia red de carreteras, la organización sindical, el reconocimiento de los derechos obreros, el estatus jurídico para los empleados, entre otros. Esto también generó seguridad laboral que hasta entonces no se conocía. La aportación de presidentes surgidos del PRM, el auge de la educación permitió aumentar la base de posibilidades de la que podía contar la población.
Es así como en 1946, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sustituyó al PRM. Con esto, el partido abrió al paso al poder a los civiles con educación universitaria.
Con el PRI en el gobierno, México se ponía al día con las tendencias en la participación democrática del mundo; en 1947 al reconocer el voto de la mujer en las elecciones municipales, y en 1953 el derecho de votar y ser votada en cualquier elección.
El PRI fue el partido que llevó a la práctica la pluralidad de partidos en su expresión política y en la conformación del gobierno, con los diputados de partido, a fin de asegurar que fuerzas políticas prioritarias accedieran al Congreso y con ello se fortalecieran, enriqueciendo la vida política del país.
Jesús Reyes Heroles
El sistema de partidos y la pluralidad política toman mayor fortaleza con la Reforma Electoral de 1977. A partir de entonces los partidos son reconocidos en la Constitución como entidades de interés público.
El PRI enfrentó las grandes transformaciones en el sistema electoral; fundamentalmente, en torno a las normas para la organización de las votaciones, las características de la institución encargada de ello, el sistema para la calificación de los comicios y la regulación de los partidos como entidades de interés público, con una vida institucional fortalecida legalmente.
Aún así, el partido logró una permanencia como partido en el gobierno que continuó más allá de lo alcanzado por otros partidos en regímenes democráticos. Con el PRI en el poder, el país registró un comportamiento en línea ascendente hacia la democracia.
Luis Donaldo Colosio
El Nacionalismo Democrático que ha formado el Revolucionario Institucional, define y defiende que sin hostilidades, ni exclusivismos, se privilegie la comprensión y solución de los problemas nacionales y así mismo asuma cabalmente, la defensa de nuestra independencia política y económica.
El Partido Revolucionario Institucional se ha erigido como un partido político nacional, popular, democrático, progresista e incluyente, comprometido con las causas de la sociedad; los superiores intereses de la Nación; los principios de la Revolución Mexicana y sus contenidos ideológicos plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En el Partido Revolucionario Institucional se expresa la diversidad social de la nación mexicana con la presencia predominante y activa de las clases mayoritarias, urbanas y rurales, que viven de su trabajo, manual e intelectual, y de los grupos y organizaciones constituidos por jóvenes, hombres y mujeres cuya acción política y social permanente, fortalece las bases sociales del Estado Mexicano.
Carlos Salinas de Gortari, en su presentación como candidato oficial por el partido tricolor, se expresó de forma populista y recordando las “raíces” del partido, en las cuáles basaba su discurso, de alguna manera alabó a las personas con las cuales él se presentaba diciendo:
“ Llego con orgullo, una vez más, a esta sede, la del Partido Histórico de la Revolución Mexicana… Soy militante del PRI por convicción. Por eso sirvo en un gobierno emanado de sus filas. La militancia y el servicio público responden a un mismo fin: los principios de la Revolución Mexicana y la ejecución del programa de nuestro partido.”
El partido está formado por la alianza social, plural y democrática de las organizaciones sociales que desde su fundación han integrado sus sectores Agrario, Obrero y Popular, y por ciudadanos considerados individualmente o agrupados en organizaciones, movimientos y corrientes internas de opinión que sostienen una plataforma de principios y programa de acción que se identifican con los postulados de la Revolución Mexicana.
Por Rubén Jiménez, Fernando Martínez y Margarita Solano / La República
RJM/MSA